En el ámbito del liderazgo, las habilidades emocionales no son un lujo, sino una necesidad crítica. Las investigaciones sobre liderazgo, neurociencia y psicología revelan que aspectos como el estado de ánimo, la empatía y la forma en que se ofrece feedback tienen un impacto profundo en el rendimiento de un equipo y en la cultura organizacional.
A continuación, exploramos tres pilares fundamentales para liderar con efectividad y humanidad:
El impacto del estado de ánimo en el rendimiento
El estado de ánimo de un líder tiene un efecto contagioso en su equipo. Las investigaciones muestran que el liderazgo emocional puede encender el rendimiento colectivo o apagarlo por completo.
Un líder que transmite emociones positivas y alineadas con las metas organizacionales genera un entorno propicio para la creatividad, la colaboración y la resolución de problemas. Por otro lado, las emociones negativas persistentes pueden debilitar el compromiso y la productividad.
La clave está en la armonía entre las acciones y las emociones:
Crítica constructiva: el arte de impulsar el cambio
Una crítica mal enfocada puede cerrar puertas en lugar de abrirlas. Según Richard Boyatzis, profesor de Case Western, centrarse en los sueños y metas de las personas activa circuitos cerebrales de recompensa, aumentando su apertura hacia nuevas posibilidades y motivándolas a mejorar.
En cambio, enfatizar solo los errores provoca defensividad y ansiedad, dificultando la capacidad de aprendizaje.
Cómo convertir la crítica en una herramienta de cambio:
Un ejemplo práctico es el de un líder que buscaba fortalecer sus relaciones laborales. En lugar de concentrarse en sus limitaciones, empezó practicando empatía como entrenador del equipo de fútbol de su hijo. Este hábito, desarrollado fuera del entorno laboral, se convirtió en una fortaleza clave en su trabajo.
El riesgo del déficit de empatía en líderes
La empatía es una habilidad esencial en el liderazgo, pero a menudo disminuye a medida que los líderes ascienden en la jerarquía. Esto ocurre porque, cuanto mayor es el poder, menor es el feedback sincero que reciben y menos conexión mantienen con los niveles inferiores de la organización.
Un déficit de empatía se manifiesta de las siguientes formas:
Estrategias para mantener la empatía:
Liderar con humanidad y propósito
El liderazgo efectivo no se trata solo de estrategias y decisiones, sino de cómo esas acciones resuenan emocionalmente en las personas que lideramos. Un líder que equilibra el estado de ánimo positivo, ofrece crítica constructiva y practica la empatía, construye no solo un equipo eficiente, sino también una cultura organizacional resiliente y comprometida.
Tu desafío como líder: Reflexiona sobre cómo influyes en el estado de ánimo de tu equipo, cómo ofreces feedback y cuán empático eres en tus interacciones diarias.
Porque, al final, el éxito de una organización comienza en la chispa emocional que prendes como líder.
Bibliografía:
Goleman, D. (2022). Cómo ser un líder: ¿Por qué la inteligencia emocional sí importa? / What Makes a Leader. Penguin Random House Grupo Editorial.